The Cure, Justin Bieber o Springsteen ya no llenan en sus conciertos


Los grandes de la música encuentran dificultades para colgar el cartel de no hay entradas,

Se había creado mucha expectación por la visita de The Cure a Perú ya que hacía 26 años que la banda no se dejaba ver por Sudamérica y era la primera vez que pisaba suelo limeño. La banda británica no defraudó a sus incondicionales, su líder, Robert Smith, interpretó 41 temas que resumían la historia de sus más de tres décadas de andadura. Para algunos, fue memorable e irrepetible, para otros, algo frío, sin interacción con el público.
Los días previos al concierto los medios de comunicación difundieron el evento hasta la saciedad. Incluso la organización anunciaba a bombo y platillo que ya había vendido el 50 % de las entradas a los pocos días de sacarlas al mercado, así además aprovechaba para animar a los rezagados a no quedarse sin ellas. Pese a tanto esfuerzo mediático no se ha conseguido colgar el cartel de “no hay entradas”.
¿Son gafes The Cure, Bieber o Springsteen? ¿O se trata de la crisis? Veamos si hay más casos...

Pongamos que te gusta mucho, muchísimo The Cure y te enteras que va a asistir a tu ciudad, pongamos que vives en Lima. Pues el precio del boleto no bajará de 62 soles (18 €) el más económico, el más caro 415 soles (122 €). El sueldo medio, con suerte y si eres un varón (las mujeres cobran menos, ¡qué novedad!) son unos 1200 soles (unos 353 €). Haz la cuenta. ¿Te gastarás entre el 6 % (las peores ubicaciones) y el 30 % de tu salario del mes?



No nos engañemos, The Cure no es una excepción ni Perú un lugar ajeno a la crisis. El caso de España, sin ir más lejos, puede ser muy aclaratorio: según la asociación A.R.T.E., que agrupa a más del 80 % de los profesionales de la música, los ayuntamientos deben 70 millones de euros al sector.
¿Hay burbuja? ¿Los músicos también han vivido por encima de sus posibilidades? Las bandas han cobrado cantidades elevadísimas subvencionados por ayuntamientos o sponsor privados, empobrecidos los primeros y desaparecidos los segundos... ¿quién paga ahora el caché del artista? ¿Los fans?


En Sevilla, en la gira española de su nuevo disco, Wrecking ball, se hablaba de 3000 entradas sin vender, aunque otros aseguran que han quedado más de 10 000. La razón: El Boss viene demasiado. Bruce Springsteen, te queremos, pero no a costa de vaciar nuestros bolsillos con tanta frecuencia.
¿Hablamos del artista que en 2008 llenó dos veces el Camp Nou? La promotora Doctor Music asegura que se vende lo mismo pero más despacio.


Pese a ser siempre noticia, a veces por motivos musicales y otras por sus interminables travesuras juveniles, el ídolo de teenagers también ha visto como la crisis ha hecho mella en sus planes. De todos es sabido que Justin Bieber no tuvo más remedio que suspender uno de sus shows en Portugal por la baja expectación creada.

 Parece que el desgarro del labrum de cadera de la excéntrica reina del pop no tiene mucho que ver con la crisis del sector y la falta de ventas en los conciertos. Ella cancela la gira y las malas lenguas lo achacan más a lo menguado de la taquilla que a supuestos problemas de salud.


Se le calentó el pico cuando durante un show le preguntaron por los elevados precios de las entradas de la próxima gira de Justin Timberlake y Jay-Z. No se cortó, consideraba un robo que les pidieran a los fans 225 $ (unos 172 euros) por un asiento para ver a las súper estrellas. El marido de Pamela Anderson predica con el ejemplo: 20 euros por escucharle. No está mal.


Se lanzan a hacer una gira con recortes. Si en el 2008 se marcaron 50 conciertos, en 2012 les han bastado siete. Las entradas a 25 euros. Política de contención de precios para dar un respiro a los fans. Seguro que lo agradecerán.


Lo han llamado precio amigo y permite comprar localidades por cantidades que oscilan entre 18 y 39 euros, gastos de gestión incluidos. La estrategia ha sido un éxito y en apenas cuatro horas la banda despachó las 30 215 entradas para su único concierto en España dentro de la gira mundial de presentación de su reciente discoWhat about nowEn la imagen, presentando la gira en Berlín.
¿Campaña publicitaria o solidaridad con los afectados por la crisis? Sea lo que sea, ha funcionado.


¿Que hay crisis? Pues cobramos más. 229 euros, lo llamamos paquete golden ticket en el que incluimos la butaca, el catering y una cenita en el recinto del Vicente Calderón. Un colchonero no podrá resistirse, desde luego.Dejamos de vender música y ofrecemos emociones… Funciona, por ahora.


Las entradas para el concierto de los Rolling Stones del 6 de julio en Londres se han agotado apenas cinco minutos después de ponerse a la venta. ¿Los Rolling Stones las subvencionan acaso?  No, las 65 000 se han vendido gracias al magnetismo personal de los componentes de la mítica banda y no a sus módicos precios que parten de las 95 libras (unos 111 euros).


Si hay que gastarse los euros en música, que mejor que un festival. Por un poco más, en vez de asistir a un único concierto puedes hartarte de ver a tus cantantes preferidos en cualquiera de los escenarios temáticos que proliferan por el panorama musical. Rock in Río, por ejemplo, demuestra la salud del formato, 455 000 entradas vendidas en cuatro horas y cuatro minutos. Claro, quizá si no se esperara la asistencia de Bruce Springsteen, Beyoncé, Metallica, Iron Maiden, Muse, Bon Jovi y Justin Timberlake no se hubiera colapsado la página web. Lo caro es quizá ir a Río de Janeiro si no vives allí. Nada es perfecto.

Comentarios